Escrito por Beservices

Publicado: (julio 2018)   |   Última modificación: (octubre 2022).

Tradicionalmente, España no ha sido un país pionero en la implementación de nuevas tecnologías. Pero en los últimos años, esta tendencia ha ido invirtiéndose en algunos sectores.

Uno de ellos, el Cloud Computing, mejora año tras año su tasa de adopción en el sector empresarial. Y es que las ventajas que ofrecen los servicios en la nube han propiciado que muchas empresas, grandes y pequeñas, hayan integrado en sus procesos esta tecnología.

Un reciente estudio de la BSA (Business Software Alliance), representante de la industria global de software ante los gobiernos y en el mercado internacional, situaba a nuestro país en la 10ª posición en la adopción y crecimiento del Cloud Computing, mejorando en una posición el resultado obtenido en 2016 i por delante de algunos países tradicionalmente avanzados a nivel tecnológico como Corea del Sud.

Los argumentos planteados en dicho informe para otorgar este puesto a España van desde una legislación adaptada para combatir el ciber-crimen en el lado positivo, hasta aspectos más negativos como las limitaciones legales que implican las leyes de protección de datos o una normativa en protección de la propiedad intelectual algo deficiente.

Por otro lado, hace poco el INE (Instituto Nacional de Estadística) constataba un crecimiento del 27% en la adopción de servicios de Cloud Computing entre las empresas del país, siendo el correo electrónico y el almacenamiento de ficheros las principales funcionalidades vinculadas a la nube utilizadas.

Este proceso de migración o transformación digital no sólo se da en grandes corporaciones, sino que las PYMEs también están dando el paso a soluciones Cloud. Éstas últimas han visto en la nube una oportunidad para reducir costes y mejorar su productividad.

Ahora bien, la implementación de esta tecnología cuenta con algunas reticencias. Las empresas se decantan principalmente por el Cloud privado para alojar sus datos, huyendo de soluciones de nube pública por cuestiones de seguridad.

Otro de los frenos para la adopción de esta tecnología es el modelo de pago por uso. Esto supone un cambio frente a sistemas de cuotas fijas tradicionalmente asociados a servicios informáticos.

Aun así, la irrupción del Cloud Computing en las empresas españolas sigue a buen paso. Y es que los beneficios que ofrecen los servicios en la nube para un negocio, tanto a corto como a largo plazo, compensan con creces las dificultades de implementación en algunos entornos.