Escrito por Beservices

Publicado: (octubre 2020)   |   Última modificación: (octubre 2022).

1. Adoptar un enfoque rígido de las aplicaciones.

En el panorama digital, todo cambia rápidamente y tu enfoque sobre las aplicaciones debe ser lo suficientemente flexible y ampliable para adaptarse a la situación. Si vinculas tus aplicaciones a un hardware específico y no facilitas la movilidad entre entornos, esa rigidez casi con total seguridad hará que tus aplicaciones se queden obsoletas, más pronto que tarde. También obstaculizará su progreso, en general, y creará ineficiencias que pueden impedir que la empresa funcione o compita de manera eficaz. 

Es importante acceder a una infraestructura de TI que satisfaga las necesidades actuales y futuras de las aplicaciones. Un enfoque flexible garantizará que las aplicaciones que utilice ahora puedan ejecutarse también en el futuro, al margen de dónde decida ejecutarlas.

2. Planificar el cloud de manera inadecuada.

La transición al cloud es diferente para cada empresa. Los objetivos actuales y futuros, la dinámica de los equipos y las inversiones anteriores son todos factores determinantes. 

Antes de iniciar la transición a la cloud, tu departamento de TI debe comprender bien el enfoque y tener un plan, no solo para las aplicaciones, sino también para el nuevo modelo operativo asociado. De lo contrario, corres el riesgo de perder dinero en inversiones prematuras o imprevistas, y de tener que gestionar personas y procesos que no están preparados. 

3. Elaborar los presupuestos de manera reactiva.

Muchas compañías han realizado inversiones anteriores en la infraestructura y el hardware que deben aprovechar, pero están sometidas a la presión de tener que realizar nuevas compras para satisfacer las necesidades cambiantes. La buena noticia es que puedes hacer ambas cosas. Un enfoque basado en una solución de cloud datacenter te permite: 

  • Aprovechar las inversiones existentes.

  • Reducir el coste total de propiedad.

  • Mejorar la eficiencia empresarial y operativa.

  • Minimizar los riesgos, las configuraciones inadecuadas o los recursos asignados incorrectamente.

4. Ignorar la falta de conocimientos de TI.

Abordar la falta de conocimientos empieza por cambiar de perspectiva.

Cuando piense en tu equipo, céntrate en desarrollar conocimientos en las siguientes áreas para tener éxito:

  • Automatización

  • Redes

  • Seguridad

  • Operaciones de cloud

  • Gestión de aplicaciones

  • Colaboración entre departamentos, resolución de problemas y visión comercial

La falta de conocimientos es una gran oportunidad para replantearse lo que funciona y lo que no, y adoptar un enfoque proactivo ante los desafíos futuros. Te permite ver tus equipos y estructura organizativa desde una nueva perspectiva, y determinar cómo puedes dotar a los empleados de las herramientas necesarias para innovar y contribuir al éxito de la empresa. Aprender cosas nuevas y adquirir otros conocimientos beneficia tanto a los profesionales individuales como a las empresas, de modo que todos salen ganando.