Escrito por Beservices

Publicado: (octubre 2020)   |   Última modificación: (octubre 2022).

El IaaS (infraestructura como servicio) es uno de los servicios de Cloud Computing más conocidos, junto con la PaaS (plataforma como servicio) y el SaaS (software como servicio). A continuación, analizaremos en profundidad el IaaS, pero echemos un vistazo rápido a los servicios PaaS y SaaS.

El primero, PaaS, permite al proveedor de servicios gestionar el hardware y una plataforma software que deja al usuario desarrollar, ejecutar y gestionar sus propias aplicaciones sin preocuparse de la infraestructura. Es un nivel de control intermedio. El segundo, SaaS, ofrece acceso a una aplicación sin tener que adquirirla, únicamente a través de un pago. El usuario tiene un control mínimo sobre este servicio.

El IaaS proporciona recursos informáticos a través de Internet. Lo hace a través de un proveedor que tiene infraestructura en un centro de datos local y los alquila a través de un modelo de pago por uso. El objetivo de los proveedores es proporcionar una serie de servicios que permitan al cliente aumentar los niveles de automatización y orquestación, como por ejemplo monitoreo, facturación detallada, almacenamiento, entre otros.

Este servicio es interesante porque el cliente tiene control absoluto sobre la infraestructura, su uso, la instalación y el mantenimiento, así que le da total autonomía. Lo único de lo que se preocupará el proveedor será del mantenimiento de la infraestructura.

Las empresas normalmente eligen el IaaS ya que resulta más fácil, rápido y rentable alquilar el servicio que desembolsar una cantidad inicial, además de las tareas de instalación y mantenimiento. Se suele recomendar para trabajos que tienen una dinámica cambiante, por ejemplo, una empresa que crea aplicaciones. Estas se crean, se alojan y se prueban en este servicio y, posteriormente, se pueden eliminar.

Veamos rápidamente algunos aspectos para tener en cuenta para elegir un proveedor de IaaS:

  1. Flexibilidad. Adquisición de servicios a medida que se necesite.

  2. Asequibilidad. No suele tener coste muy elevado.

  3. Control. ¿Necesitaremos controlar todos los procesos que suceden en el servicio?

  4. Seguridad. Cerciorarse de que el proveedor cuenta con los últimos certificados en seguridad.

  5. Sistemas multiempresas. Los recursos del servicio suelen estar divididos en varios clientes, por lo que habrá que asegurarse de que el uso del servicio esté equilibrado.

  6. Servicio. ¿Qué servicio nos ofrecerá el proveedor si tenemos un problema?

  7. Confiabilidad. El proveedor deberá ser responsable de los problemas con el software o hardware.

Antes de realizar una contratación de estos servicios, el cliente deberá haber analizado la situación de su empresa y los objetivos, ya que cada empresa tiene un ritmo y unas necesidades diferentes.